Los ciclos.
El día 27 de diciembre a las ocho de la mañana pasé por el laboratorio del hospital ya que lo primero es analítica de sangre, principalmente les interesa ver cómo estás de defensas, puede ocurrir que no te den el ciclo si no vas bien, en mi caso al ser la primera vuelta no había problema, pero del pinchazo no te libras. Después pasas al hospital de día, yo estuve cinco horas y media con las infusiones que traen en bolsas envueltas en papel de aluminio, se ve que la luz afecta a la composición de las sustancias. Poco tengo que contar, se te entumecen las piernas y se te duerme el culo de pasar tantas horas sentado. Si tienes que ir a hacer pis, desenchufas el perchero de la corriente que alimenta la bomba de infusión y con las bolsas de papel de aluminio colgando en una versión cutre de un árbol de Navidad, acompañado de tu nuevo amigo evacuas, y vuelta a la silla de tortura. La sensación más desagradable de ese día fue ver cómo bajaba un líquido de color naranja fluorescente